Zona Zero. ZE-03 Lago de Urdiceto y Cruz de Guardia
Bielsa - Parzán - Lago de Urdiceto - Hospital Chistén - refugio Monzarro - collado Pardinas - collado Cruz de Guardia - Bielsa
- Circular
- 8h 30'
- 46,5 Km
- 2585 m
- 2605 m
- Tipo de recorrido
- Horario completo de la ruta
- Distancia horizontal recorrida
- Desnivel de subida acumulado
- Desnivel de bajada acumulado
Descripción
ZE-3
Un reto durísimo que nos pone a prueba, ya que no solo hay que estar en forma, sino que hay que controlar en las trialeras para sacarle el jugo a esta ruta descomunal sin llegar a lamentarse. La forma física y la "dureza" del biker son imprescindibles.
Las personas que no estén habituadas a hacer ciclismo de alta montaña quedarán bien saciadas, y también impresionadas de lo que una persona y su fiel bicicleta pueden llegar a hacer. Atención, estaremos en ambiente alpino de clima cambiante, estar prevenidos. Comida y ropa.
Hemos escogido la variante que pasa por el Collado de Pardinas en lugar del pueblo de Gistaín. La diferencia estriba en que hay menos Km de ruta (9Km menos), más sendero trialero, pero hay que andar un tramo con la bici al hombro (unos 200m. de desnivel). Esto es enduro, señores.
Conviene tomarse la ruta sin prisas pero sin pausa, especialmente durante la primera subida hasta el ibón de Urdiceto, pues se hace realmente dura, sin descansos, con zonas de piedra suelta y rampas exigentes. Una vez en el ibón es casi obligatoria una parada para comer y disfrutar del paisaje tan espectacular. A continuación llegará la primera bajda, técnica (especialmente al principio) y peleona pero excelente, siempre atravesando lugares maravillosos.
La subida posterior hasta Pardinas vuelve a ser exigente, sin llegar al extremo de ascensión a Urdiceto, y en su parte final, una vez acabada la pista toca portear la bici por tasca hasta el collado de Pardinas (otro lugar impresionante). Dentro de lo posible conviene llegar aquí entero y no muy fundido, pues el descenso final es físicamente exigente, a la par que magnífico. Zonas abiertas donde el camino apenas se vislumbra se mezclan con bosques espesos y hermosos arroyos. Hay varias remontadas en medio del descenso que ponen el corazón a mil, y cuanto mejor físicamente estemos más lo gozaremos.